INGRES IRREDUCTIBLE

Jean Auguste Dominique Ingres, más conocido como Dominique Ingres, naciodo en Montauban un 29 de agosto de 1780 Hijo del pintor Joseph Ingres, miembro de la Academia de Bellas Artes de Toulouse. Toulouse era la ciudad más importante cerca de Montauban y allí es donde el padre se llevó enseguida al pequeño para formarle como artista.

Dos fueron las disciplinas en las que el padre inició al joven Ingres, y en ambas destacó como un experto, sin abandonar jamás su práctica: música y pintura. Respecto a la pintura, el dibujo era sin duda la guía y la herramienta preferida por el artista, hasta el punto de aconsejar al joven Degas, quien le admiraba: “Trace líneas, joven, muchas líneas, de memoria o al natural, así podrá llegar a ser un buen artista”. Rafael fue su principal referente en la pintura. Esto lo pone de manifiesto en su obra “El Voto de Luis XIII”. Esta obra tuvo desde sus inicios una elaboración larga y compleja. Encontró dificultades para encontrar modelo para el rey e incluso parece ser que tuvo que servir el mismo de modelo para la cara de la Virgen y para el niño se sirvió de un niño mendigo. En cuanto a su composición Ingres se basa en la obra rafaelista “LA madona de Foligno”. Utilizando la triangulación para encajar su composición (Vease la Imagen). En cuanto a los contrastes cromáticos Ingres consigue un misticismo especial en esta obra gracias a la luz que procede del centro de la virgen. Encontramos aquí los elementos característicos y contradictorios de la pintura del artista entre la pintura renancetista a la admiraba y el romanticismo. Un pintor que se encontró fuera de los movimientos de su época.

Ingresando en el taller de David hacia el año 1797. Ingres aprendió de él la forma de componer un lienzo y la grandiosidad de la pintura de historia, el género que Ingres deseaba practicar. El incidente que marcó la separación de Ingres respecto de su maestro David tuvo lugar en 1800, cuando Ingres se presentó por primera vez al Salón Oficial con cinco pinturas. Una de sus obras quedó en segundo lugar por el voto en contra de su maestro, algo que Ingres jamás perdonó a David. Al año siguiente, Ingres se presentó de nuevo y consiguió el primer premio, que le proporcionaba además una beca para estudiar en la Escuela de Francia en Roma, situada nada menos que en la bellísima Villa Médici., de donde salieron algunos de sus pocos paisajes como “La quinta de Rafael”.En Italia se afianzó su admiración hacia la pintura de los primitivos italianos: Botticelli, Mantegna, Masaccio o Piero. Ingres había seguido enviando obras a los Salones Oficiales de París: la crítica no las había acogido muy bien, pese al academicismo formal de sus obras. La razón solía estar en ciertas violaciones de la composición, la anatomía, como en el caso de “LA Gran Odalisca” en la que aparece la figura alargada por tener tres vértebras mas, algo muy criticado y las que Ingres no hacia caso… “”El estilo es la naturaleza”… Y es que el maestro no gustaba de seguir las normas elementales de anatomía y de apartaba de todo exceso de precisión ..Decía “Demasiada ciencia en casos semejantes, perjudica la sinceridad del dibujo y puede alejar de la expresión característica para conducir a una imagen superficial de la forma”.

Su apariencia formal y su trasfondo romántico hicieron a Ingres navegar siempre entre dos corrientes, rechazado y adorado a un tiempo por ambos bandos. En el Salón de 1824 Ingres triunfó con El Voto de Luis XIII, exaltación de la monarquía y los valores tradicionales. Se expuso frente a La Matanza de Quíos, de Delacroix. Ambos representaban dos posturas enfrentadas, la reaccionaria y la revolucionaria, la académica y la pasional, el dibujo frente al color empastado. La oposición entre ambos pintores se haría ya simbólica de una época Ingres murió a los ochenta y siete años, en Montauban. Pero no antes de realizar una de sus obras maestras a los 83 años de edad, “El baño Turco”. Era una epoca en que el romanticismo y el neoclasicismo habian terminado y daba paso a los impresionistas, pero Ingres permanecía fiel a sus creencias artísticas. La obra en cuestión es la culminación de todos los estudios de desnudos que el maestro habia realizado a lo largo de su vida. En el encontramos”La bañista de Valpincon” la esclava de “LA odalisca”.

La obra en su conjunto forma un gran círculo final formado por varios círculos en su interior, englobando de forma sinuosa las líneas y formas de las figuras. A estas las doto de líneas sinuosas, agrandándolas y redondeándolas sacándolas fuera de todo contesto anatómico tradicional… Ingres logró apartarse lucidamente de la realidad para crear una forma ideal.




Comentarios

Anónimo ha dicho que…
extraordianaria influencia para Picasso